martes, 18 de julio de 2017

De cómo me convertí en mainstream

En el plazo de una semana perdí a mi abuela, se nos gastó el amor, y la pantalla de mi móvil decidió morir también. Ah, también perdí la tarjeta del hospital e inundé el garaje ridícula e involuntariamente. 
Cuando mis maltrechos ojos se cansaron de tanta secreción se pusieron en huelga, y entonces, por fin, bajó el nivel del mar. Veía con más claridad, pero no la pantalla: lo suyo parecía tan irreversible como casi todo lo demás. Así que me compré un iPhone. Yo, que presumía de no ser tan mainstream, y que era feliz con mi sistema operativo y mi ladrillo de 16 GB, caí en las redes de las ofertas de MediaMarkt en un momento de extrema fragilidad. 

Necesitaba una funda, entonces. Claramente. Había que proteger de los golpes a ese pastizal.

Le había echado el ojo a un par. “Calma, nena”, me repetiría una de ellas. Sin duda, un mensaje muy necesario en mi vida non stop. La otra era como muy veraniega:“Lánzate en bomba”, rezaba. Yo, que odio casi todo lo que implica el verano: desentonar entre la gente tostada con mi blancura futura, esta pegajosidad en la piel, que el asfalto escupa fuego. Yo, que no tengo más remedio que considerar los momentos más felices del día ir a trabajar (porque el quirófano está a 17 grados y tengo que ponerme hasta el polar) y fregar los platos (lo más parecido a una piscina en el centro de este infierno llamado Madrid), me decanté por ella. 

Aunque decidí que me calmaría, sí. Era lo que más necesitaba últimamente. Pero supe que, sin duda, es mucho más importante seguir lanzándome en bomba. Aunque no siempre sea tan divertido. Porque tú ensayas la pose. Te preparas con ganas y alegría pueril para el gran salto. Pero, tantas veces, se te descuajaringa la postura y acabas pegándote el planchazo del siglo al lanzarte al agua. Sí, incluso cuando tu intención es hacer una bomba. Y los planchazos duelen. Pero hay que seguir lanzándose. Que quien no arriesga, no gana, y que ya lo dice mi artista de cabecera: “Juégatela un poco, valiente”. 


Climb these hills
I'm reaching for the heights

And chasing all the lights that shine

And when they let you down
You'll get up off the ground
'Cause morning rolls around
And it's another day of sun