Mentiría si dijera que no recuerdo dónde estaba hace cinco
años.
Por aquel entonces, básicamente seguía las directrices
impuestas por la academia que elegí para preparar el MIR. Recuerdo las paredes
de mi feudo estudiantil empapeladas por cientos de post it que jamás llegué a
mirar. Y ese viernes, el último viernes, el día “antes de”, tocaba repasar los
TNM, no sé qué más, y descansar.
Así que, obediente, me senté, aquella última mañana, dispuesta a
repasarlo y darlo todo.
Pues no: lloré. De repente, sólo lloré. Magdalena like. Como si
no hubiera un mañana. Como si la solución a la sequía dependiera del caudal de
mis vías lagrimales. Lloré y lloré, hipando cada cierto tiempo, con la cara
congestionada y los párpados, ellos,
puro edema.
No estaba triste. No iba a obtener una calificación pésima.
No sabía dónde iba a poner el huevo, pero sabía que estaría contenta con mi
decisión. En el fondo, lo sabía.
No era más que la tensión acumulada de seis años, nueve
meses, y toda una vida.
Pero no recuerdo las netas. No recuerdo qué percentil tenía.
Ni apenas los nervios, el fuego en el estómago, los planes rechazados, las
manos moteadas en colores fluorescentes, el esfuerzo, las lágrimas, las
broncas, las ganas de mandar la puñetera carrera de Medicina a tomar viento fresco.
En cambio vuelvo a aquella tarde y escucho a todos al teléfono. Puedo volver a leer los mensajes de ánimo. Revivo la
visita que hice a mi abuelo, el paseo que di con la Gorda, y las miradas y los
gestos de cariño de mis padres, a medio camino entre la impotencia y la carcajada
porque, el día de antes del MIR, me dio por llorar.
Y, ahora, cinco años después, sé que no era tan terrible,
que me flipa lo que hago, y que todo, absolutamente todo, valió la pena.
Let me try over and over
Let me fail once again
Let me have one more chance
It's not worth trying to stop me
I want it, I'll go for it
And I won't miss the chance
I don't want to be afraid to be, at last free, flying peacefully
Sometimes the abyss scares
But I don't want to feel afraid
I'll find a way to be, finally free